Cala Lunga es el único embarcadero de la isla de Razzoli, cerca del Bocche di Bonifacio Es una cala profunda y bien resguardada, con un pequeño embarcadero para dar servicio al faro situado en la parte noreste de la cala.

La ensenada está situada en la parte occidental de la isla y ofrece abrigo de todos los vientos excepto los del oeste. Cala Lunga está formada por dos barrancos con fondos rocosos y arenosos, de 3-4 metros de profundidad en la parte más interior. Es posible fondear en ambos barrancos: el del norte es más pequeño pero ofrece mejor refugio del viento.

Al entrar en la cala, hay que tener cuidado con las rocas aflorantes y sumergidas, que son numerosas tanto en el lado sur como alrededor de la punta que separa las dos gargantas.
En Cala Lunga no hay servicios. En verano, se instala un campamento de boyas en el interior de la cala, que también permite parar en la parte exterior del anclaje, donde el fondo marino es profundo y no es posible fondear.

Laisla de Razzoli forma parte del Parque Nacional del Archipiélago de La Maddalena , por lo que es necesario obtener permisos y autorizaciones para las distintas actividades de navegación de recreo, incluida la parada en los anclajes. Estos permisos pueden obtenerse a través del sitio web del Parque o en una de las oficinas de la Autoridad del Parque en la isla de La Maddalena o en Palau. Es aconsejable consultar el sitio web de la Autoridad del Parque para comprobar las actualizaciones sobre los métodos y costes de obtención de permisos y autorizaciones.

Dado que los vientos del oeste son el régimen imperante en la zona de Bocche di Bonifacio, no es frecuente poder visitar Cala Lunga, pero sin duda merece la pena.

La playa al final de la cala se compone de guijarros y arena fina; al ser accesible sólo por mar, está relativamente poco concurrida incluso en los meses de verano. El fondo marino es prístino y rico en fauna y flora; la forma particular de la cala, rodeada y salpicada de rocas y arrecifes, la hace perfecta para bucear. Desde la playa, es posible salir a explorar la isla de Razzoli, sin duda la más salvaje del archipiélago, con un paisaje formado principalmente por rocas de granito esculpidas por el viento y matorral mediterráneo. La isla es especialmente rica en helicriso, que tiñe de amarillo el paisaje y confiere a Razzoli su olor característico.

El antiguo camino de herradura que lleva al faro de Razzoli parte de la playa. El paseo es muy fácil y discurre por el antiguo camino que se utilizaba para transportar material a las familias que vivían en el faro y. Hoy ofrece unas vistas impresionantes de la isla y de todo el Bocche di Bonifacio. El antiguo edificio del faro se construyó en 1843, con vistas al mar, y era un faro muy potente que requirió el trabajo de muchas familias antes de ser electrificado. Hoy, el edificio está abandonado, pero conserva su antiguo encanto.