Calamosca

El anclaje de Calamosca está situado al sur de Cagliari, en las inmediaciones de la ciudad. Es un anclaje muy práctico cuando los puertos cercanos están abarrotados, como suele ocurrir en agosto. Lospuertos deportivos más cercanos son Marina del Sole, al oeste, dentro de la ciudad, y el pequeño puerto deportivo de Marina Piccola, situado más al este, al otro lado del promontorio, justo al principio de la playa Poetto de Cagliari.

El anclaje de Calamosca está protegido de los vientos del cuarto y primer cuadrante, aunque su exposición al viento lo convierte en destino habitual de los surfistas. El fondo marino es predominantemente de arena y posidonia, con profundidades que varían desde los 3 metros fuera de la zona de baño. La modesta profundidad del fondo marino, combinada con la facilidad para descender al mar desde la costa, hacen de la rada un destino popular para los submarinistas, que deben tener mucho cuidado al maniobrar dentro de la rada.

En tierra, la rada de Calamosca ofrece la posibilidad de disfrutar de un buen restaurante, una excelente heladería y una discoteca. El desembarco en la rada de Calamosca puede hacerse muy fácilmente en embarcación auxiliar. También en tierra, la rada de Calamosca ofrece unaencantadora playa de arena gruesa flanqueada por acantilados. Dada su proximidad a la ciudad, la facilidad de aparcamiento y la posibilidad de alquilar sombrillas y tumbonas, la playa es un destino habitual para los bañistas de Cagliari, a los que se unen numerosos turistas en busca de las maravillosas playas sardas.
En los meses de verano , la playa de Calamosca puede llegar a estar muy concurrida, por lo que, para disfrutar plenamente de la paz que ofrece este paraíso terrenal, es aconsejable evitar el mes de agosto. En cualquier caso, hay otras calas menos frecuentadas por los bañistas en las inmediaciones del anclaje de Calamosca, bordeando la costa hacia el este, en dirección a Poetto, donde por fin las sombrillas multicolores no interfieren con el azul fresco del mar y los tonos cálidos de la costa estival sarda.

Por último, en tierra firme, hay un paseo por la colina de Sant’Elia, también conocida como la “silla del diablo”, a través de los restos de edificios históricos que dominan la bahía y la ciudad. Partiendo de la torre Calamosca y su faro, situados en lo alto del promontorio, se avanza por un sendero entre el ralo matorral mediterráneo hasta la cima de la colina, donde se alzan los restos del Fortino di Sant’Ignazio, una obra militar inacabada del siglo XVIII, de la que queda el perímetro de los muros de fortificación.