El anclaje de Banjol está situado a unas dos millas al sureste del puerto de Rab, en la isla del mismo nombre. Esta zona ofrece una buena alternativa para fondear una embarcación en caso de que el puerto ya no disponga de amarres, y una excelente oportunidad para disfrutar plenamente del mar. Banjol tiene un muelle donde se pueden encontrar algunos amarres de dos metros de profundidad. También hay un montacargas de tres toneladas.
Como casi todas las islas de Dalmacia, la parte occidental es la más protegida y en la que la vegetación es más exuberante; la macchia mediterránea aquí está en su mejor momento, también gracias a los numerosos manantiales de agua de la isla. En el pueblo hay restaurantes y tiendas de provisiones, y el 5 de agosto se celebra S. Lucía con una animada fiesta local que ofrece la oportunidad de descubrir la cultura local, especialmente la gastronomía. Los lugareños son hospitalarios y están acostumbrados a los turistas, y ya a finales del siglo XIX el lugar era frecuentado por veraneantes del continente.
La zona cercana a Banjol es bien conocida por los turistas debido a tres famosas playas que tienen la particularidad de ser de arena fina, algo difícil de encontrar a lo largo de Dalmacia, que está compuesta principalmente de piedra caliza. Las playas de Crnika y Suha Punta ostentan la Bandera Azul, un galardón que concede la Fundación para la Educación Medioambiental a las zonas de baño que cumplen requisitos de calidad como la limpieza y la pureza del agua. Detenerse cerca de estas playas en barco se ve facilitado por la presencia de varios pequeños embarcaderos (cuidado con el calado), desde tierra varios senderos conducen a las calas, algunas de ellas dedicadas a los naturistas. La playa más conocida es la más meridional, Pudarica, donde hay muchos bañistas y existe un embarcadero que antaño se utilizaba para los transbordadores. Toda la zona es ventosa y en la playa no se sufre el calor, mientras que navegar por la isla es especialmente agradable. Ten cuidado al pasar por el canal de Barbat, que está muy concurrido en temporada alta pero al mismo tiempo tiene aguas tranquilas.
En el mar Adriático, la bora y el jugo son los vientos predominantes, pero durante la temporada de verano, el maestral tiene su importancia. Este viento empieza a soplar por la mañana, hacia las 10 h, se intensifica en las horas siguientes y desaparece al atardecer con la puesta de sol, sin duda el mejor viento para una navegación rápida y segura.