La hermana pequeña de Houat conocía la misma historia. Llevado por los británicos, tiene una fuerte propiedad de la Conservación de la Costa. Hay mucho que conservar en esta isla de 2,5 km de largo. Claveles de las dunas, nenúfares, vestigios de la historia y recuerdos de los modos de vida de la isla. Aquí todo es tan frágil como la arena, tan expuesto como la duna y tan resistente como el granito.
La población de las dos islas se sintió así abandonada por Francia para gobernarse a sí misma, de 1815 a 1892, bajo la autoridad de los rectores (sacerdotes) y las normas de la “Carta Hoêdica”. En aquella época, el puerto de La Cruz, destruido por una tormenta, fue reconstruido por toda la población, incluidos mujeres y niños. Desde 1973, se complementa con el puerto de Argol, mejor protegido, en la costa norte.