Dada la relativa escasez de puertos deportivos privados y públicos en algunas partes de Grecia, también merece la pena informarse sobre fondeaderos alternativos que ofrezcan buen abrigo, sobre todo teniendo en cuenta que, a pesar de los locales, Grecia es una zona popular para los navegantes en verano.
Y especialmente la zona del Golfo Sarónico, por la belleza de su mar y su costa y por su proximidad a Atenas.

Desde allí, de hecho, muchos navegantes parten para pasar el fin de semana fuera, dirigiéndose a los destinos más populares del vecino Peloponeso: puertos Kheli, Spetsai, la isla de Hidra, todos ellos destinos con gran atractivo turístico pero que ofrecen pocos (o muy pocos) amarres.

Aquí, entonces, la pequeña isla de Dokos puede resultar muy útil: a medio camino entre Hidra y el continente, ofrece -además de un mar espléndido y hermosas playas, muy frecuentadas durante el día por quienes quieren disfrutar del sol y el mar- tres o cuatro puntos de anclaje que ofrecen un excelente refugio contra todos los vientos.

La isla en sí no ofrece muchos atractivos y está casi deshabitada, con la excepción de una taberna y algunas casas que ahora están prácticamente deshabitadas.
Es famosa en las crónicas principalmente por el descubrimiento de un antiquísimo naufragio, que data de alrededor del año 2000 a.C., justo al lado de una de las bahías que indicamos como puntos de anclaje.

Las zonas donde buscar refugio están en la parte noreste de la isla, donde una gran ensenada natural crea una importante hendidura.
Aquí hay dos opciones: optar por la bahía más grande, Ormos Skindos, que tiene una orientación norte-sur y ofrece muy buen cobijo del mar y los vientos, o dirigirse a la ensenada más pequeña del lado oeste de la misma bahía, justo en la entrada, caracterizada por una peculiar forma de Y

En la bahía principal, puedes dirigirte a la pequeña hendidura que hay al este, cerca de la entrada, donde se encuentran los restos del pecio antes mencionado; aquí, sin embargo, el fondo marino es de 15 a 20 metros y no es fácil fondear.
Siguiendo hacia el sur de la bahía hay otros tres o cuatro puntos donde es más fácil fondear: el fondo marino oscila entre 3 y 10 metros, el fondo no es muy bueno(arena y algas) pero no está mal.

La taberna está situada en el lado este de la bahía y la familia que la regenta mantiene vigilado el canal 16 de VHF: puedes ponerte en contacto con ellos si lo necesitas.

La última opción es adentrarse en la ensenada en forma de Y que hay cerca de la apertura de la bahía por el lado oeste.
Esta profunda ensenada ofrece un fondo decente (arena) y un buen refugio contra el viento y el mar, pero cuidado, no está resguardada del meltemi, en cuyo caso no es recomendable porque hay mucho baile.
Hay amarres en tierra.

La isla es bastante árida y, como hemos dicho, está casi deshabitada, por lo que, aparte del agradable paisaje, no ofrece nada más.
Durante el día encontrarás cierto tráfico de embarcaciones, pero sigue siendo una buena opción para pasar una noche tranquila (si no hay meltemi) en una zona marítima siempre muy concurrida.