El Puerto de Solenzara es un pequeño puerto situado al suroeste de la desembocadura del río Solenzara. El puerto está protegido por un espigón en codo y un arrecife de escollera. Dispone de pantalanes flotantes para 450 amarres para barcos de 30 metros de eslora con calado limitado.
Los puertos ofrecen a sus huéspedes suministro de agua y electricidad, una gasolinera y un supermercado.
Una torre telefónica al final del Quai d’Arment y un poste de 10 metros con una luz ayudan a localizar los puertos. Viniendo desde el Golfo de Porto Vecchio hacia el sur, se pueden divisar el Golfo San Ciprianu y el Golfo Pinarellu y otras pequeñas bahías de la costa. Los puntos más destacados son la torre de Ile et Pointe de Fautéa y el Anse de Favone, rodeado de casas. En la aproximación también se pueden ver los edificios situados detrás de los puertos. Llegando desde el norte, los puntos conspicuos son el faro de Alistro situado en una pequeña colina, una torre en la desembocadura del río Tavignano y la base aérea militar de Solenzara. Pasa al menos a 500 metros de la costa cerca de la base militar para evitar los bajíos rocosos. Varias boyas blancas y una boya de luz cardinal marcan la zona prohibida a la navegación en las proximidades de la terminal del oleoducto, a unos 700 metros de Solenzara.
Para entrar en los puertos, dirígete hacia la cabeza del Muelle Este y luego gira a la derecha en el canal de entrada, prestando atención a la presencia de rocas aisladas a medio camino entre los dos Muelles Este, marcadas con boyas rojas. La entrada es difícil con vientos fuertes del sureste. Recomendamos entrar en los puertos durante el día. Para amarrar, acércate al Muelle Sur y espera instrucciones de la Capitanía de Puertos.
El pueblo de Solenzara tiene largas playas de arena fina que se extiende por todo su territorio de norte a sur. Cabe destacar a playa de Canella situada en una cala, y la playa de Favona que marca el límite del municipio, así como las playas de Scaffa Rossa, Solaro, Tarco y Fautea.
El interior, caracterizado por valles y colinas, es rico en rutas de senderismo y cuenta con una fauna y flora variadas. A lo largo de la ruta del río Solenzara, que nace en las Aiguilles de Bavella, se pueden encontrar lugares salvajes en la maquia con pozas de agua dulce y toboganes naturales excavados en la roca. El lugar ofrece la posibilidad de vivir diversas experiencias en contacto con la naturaleza, desde paseos a caballo o en bicicleta de montaña hasta actividades de senderismo,