Nuestra comunidad, la ‘Comunidad de Propietarios de Amarres y Formas de Servicio del Puerto Deportivo-Marina del Cantábrico’, se constituyó formalmente en 1986, al amparo de la vigente Ley de Asociaciones, dotándola de plena personalidad jurídica a todos los efectos. Aunque, desde el 14 de julio de 1981, ya existía bajo la denominación de ‘Comunidad de Propietarios de Amarres del Puerto Deportivo-Marina del Cantábrico, S.A.’, como representante legal de Manuel M. Entrialgo.
Así, nuestras Radices se remontan a principios de los años 80 y se basan en el movimiento colectivo espontáneo de los primeros propietarios de amarres, previo a la crisis económico-financiera de la entonces concesionaria Marina del Cantábrico, SA, que llevó a un total abandono del Puerto junto con una total falta de gestión, en consonancia con el embargo de la primera empresa en posesión de la Concesión y posterior cesión del Puerto al Banco Hipotecario.
En 1987, el Banco Hipotecario transmitió civilmente la concesión a la actual concesionaria, Marina de Santander, S.A., que se encontró con un puerto, aún inacabado con todas las previsiones de su proyecto y operativo gracias a nuestra Comunidad. Esta situación impidió ignorar la existencia y derechos adquiridos por los titulares de los amarres adquiridos por la desaparecida Marina del Cantábrico, S.A., lo que dio lugar a una negociación cuyo resultado fue el contrato firmado el 27 de noviembre de 1987, entre Marina de Santander, S.A. y nuestra comunidad, realizando una serie de acuerdos de capital importancia.
De acuerdo con este contrato, Marina de Santander, SA reconoció los derechos de propiedad de los amarres adquiridos por Marina del Cantábrico, SA, y cedió a nuestra Comunidad la gestión de todos los servicios náuticos relacionados con la actividad de los puertos, percibiendo la cantidad de 65 millones de pesetas.
En la actualidad, nuestra Comunidad sigue gestionando y prestando servicios náuticos de toda calidad, gracias a la formación y profesionalidad de su personal, apoyado por un equipamiento compuesto por: dos travelift uno de 70 toneladas y otro de 27 toneladas, una grúa, una neumática, dos vehículos (un Citroen y un Nissan), camión hidráulico, técnicamente adecuados y controlados por reglamento.
La comunidad, con su equipo humano, también mantiene los pantalanes y los fingers. En ambos casos, y por razones de seguridad, se están llevando a cabo protocolos e investigaciones en profundidad en materia de prevención de riesgos laborales para su personal y los propios usuarios.