El puerto de Haliguen está situado en la bahía de Quiberon, al sur de Bretaña. Este pequeño estuario ha acogido barcos desde la antigüedad. Allí encontraban protección y los puntos de agua necesarios para abastecerse. En 1840, el pequeño abrigo del puerto, protegido por un muelle de piedra seca, se convirtió en un puerto varado donde se desarrollaron actividades comerciales y pesqueras. Alrededor del antiguo puerto, se construyó en 1968 un gran puerto deportivo que se desarrolló hasta 1975 para soportar el aumento de las actividades recreativas. El emplazamiento original ha conservado todo su encanto. Su emblemático faro, construido en 1856, y la casa del guardián, que ahora acoge exposiciones de arte y hace las delicias de los paseantes.