Port-Vendres es uno de los pocos puertos de aguas profundas de esta parte de la costa mediterránea francesa. Por él transitan buques de carga y cruceros, así como grandes y pequeños barcos pesqueros a los que se puede ver llegar con sus capturas diarias. La geomorfología de Port-Vendres hace que se haya desarrollado de forma diferente al vecino puerto de Collioure. Mientras que Collioure tiene dos playas que descienden lentamente hasta un fondo arenoso relativamente poco profundo, Port-Vendres es más profundo y rocoso. Por ello, Collioure y Port-Vendres se utilizaban para fines distintos: Collioure para pequeños barcos comerciales y Port-Vendres para barcos más grandes y transporte militar. Durante el siglo XX, esto lo convirtió en un importante punto de embarque para las tropas francesas que servían en Argelia.