Es el tercer puerto de la isla de Ítaca y constituye una alternativa más viable al puerto “principal” de Vathi, aunque no ofrece el mismo excelente abrigo contra los vientos del este. Kioni, que así se llama, está situado en la costa nororiental de Ítaca y ofrece muy buen abrigo y un pueblo muy interesante desde el punto de vista turístico.

De hecho, el puerto de Kioni está muy concurrido durante la temporada de verano, tanto por navegantes como por fletadores; algunas empresas de alquiler de barcos tienen su base aquí y esto significa que, en verano, a media tarde el espacio portuario suele estar completamente agotado. Así que el primer consejo es que te muevas con tiempo si tienes intención de desembarcar aquí.

Kioni está situada en una pequeña bahía abierta al este, caracterizada por una naturaleza exuberante en la que predominan los pinos, olivos y cipreses. Viniendo del mar, la bahía está marcada, por así decirlo, por el promontorio al sur, que alberga las ruinas claramente visibles de varios molinos de viento.

Entrar en la bahía que alberga a Kioni no presenta problemas, salvo por las brisas de la tarde que crean fuertes corrientes en determinados días; si éste es el caso, fondea pronto y utiliza el motor para llegar a los puertos.
La profundidad a la entrada de la bahía es de unos 10-12 metros. El puerto de Kioni ofrece un excelente refugio de los vientos dominantes del norte y noroeste, mientras que sufre un poco con los fuertes vientos del este.

La orilla a la que suelen dirigirse los barcos de paso es la del lado norte, donde hay unos 25 amarres. Aquí se fondea entre algas y barro. La sujeción es buena, pero se vuelve insegura con vientos fuertes del este y sureste. La profundidad es de unos 2 metros. El pequeño rompeolas que se extiende de norte a sur al final de este muelle ofrece un par de cómodos amarres que se pueden utilizar después de las 16 h, que además están un poco más resguardados de los vientos de levante.

El lado oeste del muelle ofrece otros ocho lugares aproximadamente, pero la profundidad cerca de la orilla es de sólo un metro, por lo que tienes que echar el ancla un poco lejos y tirar de las amarras hasta el muelle. Por último, el lado sur de la bahía, donde se encuentra Kioni, ofrece pequeñas calas cómodas para fondear, echando el ancla en un buen lecho de arena y algas de 6 a 10 metros de profundidad y tirando de las amarras hasta la orilla. El único inconveniente es que estos fondeaderos están muy expuestos a los fuertes vientos del norte.

Como servicios, Kioni dispone de agua (de pago) y combustible que puede suministrarse a petición en una gasolinera cercana.
Bares, tabernas, restaurantes y pequeñas tiendas completan la oferta. En cuanto al turismo, Kioni es muy pintoresco y agradable; un agradable paseo lleva, hacia el sur, hasta el promontorio que marca la entrada a la bahía y alberga las ruinas de varios molinos de viento.