La vía de comunicación por excelencia de Ceuta es el mar, por lo que es la boca que la alimenta. Esto motivó la construcción de su puerto, que, en la actualidad, sigue creciendo de acuerdo con las modernas necesidades del transporte y la navegación. Dentro del puerto general, la antigua “Dársena del Comercio” se transformó en muelle pesquero y, más tarde, en Dársena Deportiva, respondiendo a la creciente demanda de amarres para embarcaciones de recreo y de pequeño tamaño.
Su ubicación en el centro neurálgico de la ciudad le confiere un atractivo especial, circunstancia muy apreciada por el visitante: todo está al alcance de la mano. Una distancia prudencial te permite descansar en paz, acompañado de un compatriota o de un libro.
Se da la circunstancia de que el puerto deportivo adquiere el color de la urbanización estival, donde conviven personas de distinta procedencia y condición, incluso residentes en la ciudad, con los que intercambian experiencias, opiniones, aperitivos y, en definitiva, su tiempo de ocio y descanso.