Levanzo es la isla más pequeña de las islas Egadi. Para hacerte una mejor idea de su tamaño, ¡piensa que la superficie de la isla es de sólo 5 km2! A pesar de su pequeño tamaño, Levanzo es una de las islas más populares y frecuentadas por los turistas. Lo que capta el interés es sobre todo su naturaleza salvaje, complementada por un mar cristalino caracterizado por aguas claras y turquesas.
Llegar a Levanzo es fácil: si no tienes barco propio, puedes tomar un transbordador o hidroala desde el puerto de Trapani.
La principal atracción de la isla es sin duda la Grotta del Genovese, un espléndido yacimiento arqueológico donde podrás admirar un gran número de grafitos prehistóricos que datan de hace más de 8000 años.
Al llegar a Pizzo Monaco, un promontorio que se eleva 270 metros sobre el nivel del mar, se puede disfrutar de un espléndido panorama y admirar la gran belleza del Mediterráneo desde lo alto.
La belleza de Levanzo no sólo se encuentra en tierra. Los aficionados al submarinismo pueden disfrutar de un maravilloso itinerario submarino: entre Cala Minnola y Punta Altarella, a 30 metros de profundidad es posible admirar los restos de un naufragio romano y decenas y decenas de ánforas y vasijas de cerámica que datan del siglo I a.C.
Para visitar la pequeña isla, se recomienda el senderismo, para que puedas disfrutar plenamente de su naturaleza salvaje y respirar su aire limpio. Las carreteras están libres de coches y la única vía asfaltada existente es la que conduce a la playa de Faraglione. Perderse por los senderos que conducen al corazón de esta maravillosa isla es una experiencia que no tiene precio.
El único núcleo habitado de Levanzo es el pequeño pueblo de Cala Dogana, poco más que un grupo de casas. A pesar de su reducido tamaño, no faltan algunos pequeños restaurantes, por lo que Cala Dogana se llena a rebosar de turistas y visitantes durante la temporada estival.
Frente al pueblo de Cala Dogana está la playa del mismo nombre, y es aquí donde se encuentra el único embarcadero de la isla, a 6,5 millas náuticas de Trapani. Se trata de un pequeño puerto formado por un muelle acodado con una longitud total de 80 metros. Junto al muelle hay un pequeño muelle, frente al cual hay un espigón de mampostería que utilizan los hidroplanos y los transbordadores regulares.
A pesar del retraso tecnológico de la isla y de la falta de muchas comodidades, aún es posible encontrar restaurantes y bares con vistas al pequeño puerto.
Las embarcaciones de recreo pueden atracar en el muelle situado al oeste, pero el número de amarres disponibles es muy limitado: sólo hay 15.
Los servicios para los navegantes son escasos: hay una fuente de agua, una grúa fija y un servicio médico. El uso de los aseos sólo está permitido en verano, mientras que el suministro de electricidad nunca es posible.